monje | |
Archivo:Modelomonje.jpgmonje en acción | |
Características | |
Hace cosas. | |
Rol: | Indefinido |
Introducción
Los monjes vienen de los monasterios de Ivgorod, creen en muchos dioses (en el fuego, en el aire, en el agua...) y han sido entrenados en especialidades marciales y meditación. Los monjes hacen un intenso entrenamiento físico y mental para perfeccionarse y convertirse en un instrumento de justicia divina. Según los monjes: "Mi cuerpo es el arma, mi cuerpo es el arma igual que mi mente".
Características
El Monje es la cuarta clase anunciada en la BlizzCon 2009. Se trata de un personaje de lucha, que permite crear combos pulsando los botones correctos cuando toca. Para conseguir estos combos las habilidades se separan en tres etapas. Cada etapa de la habilidad realiza una acción distinta y se pueden encadenar para conseguir combos, pudiendo encadenar etapas diferentes de habilidades diferentes en un largo combo único.
La utilización de una habilidad empieza en la etapa primera, entonces existe un tiempo (0'6 segundos) para volver a presionar el botón de habilidad y lanzar la segunda etapa de la habilidad (o de una habilidad diferente), así hasta la tercera y última etapa, volviendo a empezar de nuevo el combo en las primeras etapas. De esta manera el Monje se convierte en una clase única de jugar, aunque en un principio pueda parecer débil si se usa bien y se realizan buenos combos puede conseguirse un personaje muy poderoso.
Trasfondo
Las últimas semanas del otoño habían pasado ya por Ivgorod y el primer aliento del invierno se empezaba a sentir en el aire. Cuando cayó la noche y el sol se ocultó bajo el horizonte, me sentí afortunado de poder refugiarme en una taberna. Al entrar noté cierta tensión en la sala. A pesar de la hora no estaba muy lleno, solo había unos pocos grupos pequeños esparcidos alrededor de las mesas en los extremos de la estancia. En los bancos del centro no había nadie, excepto un hombre.
No parecía sentir el frío. Iba vestido como un mendigo, llevaba poco más que una tela naranja que le envolvía el cuerpo y dejaba la mitad de su pecho al descubierto. Un collar de grandes cuentas de madera le colgaba del cuello. Llevaba la cabeza totalmente rasurada, con la excepción de una barba poblada y descuidada. Entonces me di cuenta: tenía dos puntos tatuados en la frente, uno más grande que el otro. Como sabría cualquiera que hubiera estudiado las gentes y las culturas de este mundo, este hombre era uno de los monjes de Ivgorod, los reservados y solitarios guerreros santos de la región.
Había oído incontables historias fantásticas sobre los monjes, cuentos que sin duda se habían adornado profusamente. La piel de los monjes, según contaban, era dura como una piedra y ni la hoja de una espada ni la punta de una flecha podían atravesarla. Los monjes eran capaces de partir rocas con los puños con la misma facilidad con la que tú o yo rompemos una ramita. Aunque el hombre humilde que tenía ante mí no parecía ni remotamente uno de los monjes de los que había leído y oído hablar, me acerqué con cautela y me senté en el banco frente a él, ansioso por conocerlo. Me dijo que me acercara con un ligero gesto de la mano.
"Ah, un alma con el valor de sentarse conmigo. Ven, amigo mío."
Me sirvieron comida, pero tenía poca hambre. Preferí concentrarme en registrar los detalles de la vida del monje. Me habló de su fe en la existencia de mil y un dioses, dioses que creía que se encontraban en todas las cosas: el fuego del hogar, el agua del río y el aire que respiramos. Es una historia bonita, desde luego, pero todo individuo razonable vería tal visión del mundo como poco más que una superstición, al igual que yo. Más adelante el monje me describió su intenso entrenamiento físico y mental, su eterna ambición de perfeccionar su mente y su cuerpo hasta convertirlos en un instrumento de justicia divina, aunque no sé por qué les hace falta un mortal a sus mil dioses para cumplir su voluntad. Cuando le pregunté por qué no llevaba una espada, ni ninguna otra arma, me contestó sencillamente: "Mi cuerpo es mi arma, mi cuerpo es mi arma al igual que mi mente."
Para mi sorpresa, yo asistiría a una demostración de su pericia.
Un grupo de hombres se acercó a nuestra mesa. Tiraron mi libro al suelo y me apartaron de un empujón, sacando cuchillos y otras armas mientras avanzaban. Se dirigían exclusivamente a la solitaria figura del monje, sentado frente a mí. Me escondí bajo la mesa, con una idea de lo que estaba a punto de pasar. Vi cómo atacaban, respondiendo a alguna señal imperceptible.
El monje recibió el salvaje ataque del primer hombre sin levantarse siquiera de su asiento; lo agarró de la muñeca y lo arrojó despreocupadamente por encima del hombro. Cayó sobre una mesa con gran estrépito. El ataque del monje fue tan repentino que los hombres se quedaron momentáneamente estupefactos. Mientras estaban ahí parados, el monje se levantó.
Fue entonces cuando se desató el caos.
El monje era una masa fluida de energía controlada; se enfrentaba a cada ataque sin apenas un momento de preocupación. Luchaba con pies y manos de una forma que yo jamás había visto. He llegado a ser testigo de unas cuantas peleas de taberna, pero esto era algo totalmente diferente. El crujido de los huesos al romperse con cada uno de los ataques del monje se mezclaba con algo que me costó creer: reía mientras luchaba. Despachó a sus contrincantes hasta que solo quedó uno.
Este cogió una silla y se la lanzó al monje, que extendió el brazo y golpeó el fuerte roble del proyectil con su puño cerrado. La madera se deshizo en una nube de astillas y las piezas rotas de la silla cayeron al suelo alrededor del monje, inofensivas.
"―A mí no me engañas, demonio ―exclamó el monje. Con los brazos a los lados, extendió las manos y entonó un cántico. Alrededor de su cabeza apareció un halo de luz blanca que creció en tamaño e intensidad hasta que le cubrió completamente el cuerpo. Soltó un rugido y la luz se disparó hacia delante. Cuando atravesó al otro hombre le arrancó la piel, revelando un demonio de piel roja bajo la misma y lanzándolo a través de las puertas frontales de la taberna.
El monje se precipitó hacia adelante, aunque sus movimientos eran tan rápidos que a mis ojos les costaba distinguirlos todos. Fue como si hubiera siete monjes y al demonio le llovieran golpes por todos lados. El demonio tropezó y se cayó. El monje lo sujetó del cuello y sonrió antes de mover el brazo libre. Una energía brillaba y chisporroteaba en la palma de su mano. Extendió la palma abierta con fuerza hacia delante, y cuando golpeó al demonio, este explotó: piel, músculos y huesos quedaron destrozados, y el aire se llenó del olor de la carne quemada.
Si no lo hubiera visto con mis propios ojos no me lo habría creído. Parece que las historias de estos guerreros sin parangón no son tan exageradas como creía.[1]
Referencias
Enlaces externos
v · d · e | Médico brujo | ||||||||||||
Básicos: | Rol: Lanzador de hechizos • Recurso: Maná • Equipo único – (Cuchillo ceremonial • Máscara de vudú • Mojo) | ||||||||||||
Habilidades activas: |
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Habilidades pasivas: |
La ley de la selva (10) • Círculo de la vida (10) • Sintonía con los espíritus (13) • Festín truculento (16) • Ritual de sangre (20) • Curare (20) • Pastor de zombis (24) • Rasgar el velo (27) • Médium (30) • Fetiche guardaespaldas (30) • Ectoplasma (36) • Encomienda (40) • Lealtad mutua (45) • La danza de la muerte (50) • Ritos tribales (55) • Muerte acechante (64) • Armonización física (66) • Festín de medianoche (68) |
v · d · e | Mago | ||||||||||||
Básicos: | Rol: Lanzador de hechizos • Recurso: Poder arcano • Equipo único – (Vara • Sombrero de mago • Orbe) | ||||||||||||
Habilidades activas: |
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Habilidades pasivas: |
Ansia de poder (10) • Exhalación (10) • Evocación (13) • Cañón de cristal (16) • Prodigio (20) • Presencia astral (24) • Ilusionismo (27) • Hielo en las venas (30) • Conflagración (34) • Parálisis (37) • Resguardo galvánico (40) • Inestabilidad temporal (45) • Dominio (50) • Turbina arcana (55) • Anomalía volátil (60) • Voluntad inquebrantable (64) • Audacia (66) • Exposición elemental (68) |
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v · d · e | Monje | ||||||||||||
Básicos: | Rol: Ataque cuerpo a cuerpo • Recurso: Espíritu • Equipo único – (Arma de puño • Daibo • Piedra espiritual) | ||||||||||||
Habilidades activas: |
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Habilidades pasivas: |
Determinación (10) • Presteza (10) • Éxtasis (13) • Trascendencia (16) • Cántico de resonancia (20) • Iniciativa (20) • La senda del guardián (24) • Sexto sentido (27) • Provocación (30) • Sello de Ytar (35) • Luz inspiradora (40) • Unión con el mundo (45) • Combinación de técnicas (50) • Salvación (58) • Unidad (64) • Inercia (66) • Ritmo místico (68) |
v · d · e | Cazador de demonios | ||||||||||||
Básicos: | Rol: Ataque a distancia • Recurso: Odio y disciplina • Equipo único – (Ballesta de mano • Capa • Aljaba) | ||||||||||||
Habilidades activas: |
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Habilidades pasivas: |
Furor de la caza (10) • Ventaja táctica (10) • Venganza sangrienta (13) • Pulso firme (16) • Depredador (20) • Acechador nocturno (20) • Expectación (25) • Caza sin cuartel (27) • Tiro con arco (30) • Trampas debilitadoras (30) • Perfeccionista (35) • Ingeniería (40) • Granadero (45) • Puntería (50) • Balística (55) • Emboscada (64) • Percepción (66) • Blanco fácil (68) |
v · d · e | Cruzado | ||||||||||||
Básicos: | Rol: Ataque cuerpo a cuerpo • Recurso: Cólera • Equipo único – (Desconocido • Desconocido) | ||||||||||||
Habilidades activas: |
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Habilidades pasivas: |
Fuerza celestial (10) • Fervor (10) • Vigilancia (13) • Rectitud (16) • Insuperable (20) • Majestad nephalem (20) • Indestructible (25) • Causa sagrada (27) • Colérico (30) • Fortaleza divina (30) • Comandante en jefe (35) • Inamovible (40) • El brazo fuerte de la ley (45) • Doncella de hierro (50) • Recuperación (55) • Atavío (60) • Armas contundentes (65) • Escudo imponente (70) |
v · d · e | Clases | ||
Diablo: | Guerrero • Arpía • Hechicero | ||
Diablo II: | Amazona • Bárbaro • Nigromante • Paladín • Hechicera • Asesina • Druida
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Diablo III: | Bárbaro • Médico brujo • Mago • Monje • Cazador de demonios • Cruzado • Nigromante
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Diablo Immortal: | Bárbaro • Mago • Monje • Cazador de demonios • Cruzado • Nigromante • Caballero de sangre • Tempest | ||
Diablo IV: | Bárbaro • Druida • Hechicera • Pícara • Nigromante |