Humbart Wessel era un veterano combatiente de Westmarch, se ganaba la vida como capitán mercenario.
Historia[editar | editar código]
Humbart viajó con Gregus Mazi a Ureh. Humbart escribió un pergamino en sus viajes con Gregus Mazi. Siglos más tarde, Quov Tsin encontrará el pergamino de Humbart durante su investigación y recopilación de todo lo relacionado con Gregus Mazi y sus investigaciones mágicas.
Humbart murió, pero Zayl "El Nigromante" usó sus poderes en el cráneo Humbart y le convirtió en su ayudante personal y herramienta mágica. Zayl mantiene la calavera parlante de Humbart en el interior de una bolsa del cinturón.
Pergamino de Humbart[editar | editar código]
Este es el pergamino escrito por Humbart Wessel al Señor Hyram, un oficial de la iglesia de Zakarum. Quov Tsin utiliza la información de este pergamino para localizar la ubicación de Ureh, y los detalles sobre cómo recrear el hechizo de Gregus Mazi para abrir las puertas al Ureh etéreo:
En el séptimo día, cerca del anochecer, el paso comenzó, el Maestro Mazi se acercó de nuevo al borde de las ruinas. Le dije, que esta misión parece no acabar bien y deberiamos irnos, pero él dice que vamos por buen camino. La sombra nos tocará en el momento preciso. Tiene que hacerlo. El Maestro Mazi nos prometió mucho oro y otra oferta que nadie deberia aceptar, sin embargo digna de ser meditada. Volar hasta el cielo ... hasta ahora, todavía no he tomado esa decisión.
La sombra vino como él dijo, la mano de Nymyr intentando alcanzar la vieja Ureh. Observamos, tan seguros como antes de que hemos estado trabajando en la búsqueda de un loco. ¡Aah, qué tontos fuimos por creer eso! Recuerdo la sombra. Recuerdo el destello. Cómo las ruinas de repente parecían estar vivas de nuevo. ¡Cómo las luces brillaban en el interior! Yo todavía juro que he oído las voces de la gente, ¡pero no podía ver nada!
"Ya voy ..." Aquellas fueron las últimas palabras del Maestro Mazi, pero no a nosotros, sin embargo. Todavía las recuerdo, y recuerdo que nos pareció ver el brillo del oro que nos había hablado una y otra vez, pero ningun hombre entraria. Ningun hombre le seguiría. El Maestro Mazi entró solo. Acampamos allí, escuchando las voces, escuchando algunas de ellas llamandonos, al parecer. Ninguno de nosotros iría, sin embargo. Mañana, le digo a los demás, mañana cuando el Maestro Mazi salga y muestre que todo está bien, vamos a ir y obtener nuestra parte. Una noche, no importa. Y por la mañana, todo lo que vimos eran ruinas. No luces. No voces. No Maestro Mazi.
Señor Hyram, le escribo esto tal y como acordamos, y se lo envio a Zakarum--
el texto termina abruptamente, ya que Quov Tsin no necesitaba el resto del informe.
Libros[editar | editar código]
Estos sucesos ocurren en la novela de la serie Diablo de Richard A. Knaak, Diablo: El Reino de las Sombras.