Caldeum es el número de entrada 002 de los Escritos de Abd al-Hazir, un relato corto publicado el 28 de junio de 2008[1].
Texto[editar | editar código]
Caldeum fue una vez la ciudad más soberbia de todo Kehjistan, la capital comercial del mundo entero. Caldeum nunca se consideró el corazón del imperio, aunque rivalizaba con Viz-jun, y más tarde con Kurast, en tamaño, y los que consideraban Caldeum su hogar estaban a gusto así. Incluso cuando estallaron las guerras de los clanes de magos, no se toleraba que las batallas afectaran al comercio en Caldeum. Aunque la política y la magia son importantes, tontear con el comercio es un asunto grave: Deja que Kurast se piense que es el centro del mundo, decían. Nos quedamos con nuestro libre intercambio de bienes, moneda e ideas, muchas gracias.
Pero el orgullo que en su día se tuvo en esta gran ciudad se ha tornado deslustrado y gris. Si hacemos una retrospección de todo, tendría que decir que esta putrefacción que infecta nuestra ciudad comenzó cuando un buen número de nobles de Kurast huyeron de sus hogares e hicieron de Caldeum su residencia. He oído todos los horrendos e increíbles rumores en referencia a los motivos por los que huyeron de su gran ciudad, pero no nos preocupan. Era su actitud la que nos preocupaba. A medida que el alivio de estar a salvo de lo que les llevó hasta allí desaparecía, su estado de ánimo pasó de derecho a, finalmente, arrogancia. No tenían problema en exigir su lugar "por derecho" en el consejo gobernante del consorcio de comercio y estaban listos a usar su riqueza para contratar a los mercenarios necesarios con el fin llevar a cabo sus ambiciones.
Al principio era sospechoso que el emperador de Kehjistan saliera a hacer frente a esta situación de rápida degeneración. Pero el encanto, liderazgo e inteligencia que demostró mientras resolvía rápidamente el conflicto entre nuestro consejo y los nobles de Kurast era más que magistral. Cuando el pueblo le apoyó completamente en su papel de emperador, entendí este logro como casi un milagro. Aunque habíamos sido siempre parte del imperio de Kehjistan, y por tanto habíamos estado siempre bajo su mandato, siempre habíamos actuado como una entidad independiente, teníamos obligaciones solo con nosotros mismos. En verdad lo pareció en el momento en que se evitó la catástrofe, pero ahora ha quedado demasiado claro que solamente estaba oculto tras un fino barniz de cortesía.
El barniz empezó a descascarillarse cuando el emperador Hakan enfermó. Su influencia empezó a decaer, y los ánimos en Caldeum cambiaron con su salud. Conforme su salud empeoraba, empeoraba la que, una vez, fuera nuestra imparcial ciudad.
Cuando murió y su inútil hijo tomó el trono, Caldeum comenzó a dar vueltas sobre el abismo. Nuestra lista de males parece interminable: el estado de nuestros oprimidos y los tugurios en los que están obligados a vivir, nuestro liderazgo incompetente, el resurgir del intolerante Zakarum y sus peleas con nuestra clase de magos... podría llenar páginas.
De verdad, es demasiado para una persona.[2]
Referencias[editar | editar código]
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