Consejo de Angiris | |
Consejo de Angiris |
Introducción[editar | editar código]
El Consejo de Angiris es un órgano gobernante de los cielos, conformado por cinco arcángeles: Tyrael (arcángel de la Justicia), Auriel (arcángel de la Esperanza), Imperius (arcángel del Valor), Itherael (arcángel del Destino) y Malthael (arcángel de la Sabiduría). Anteriormente Inarius (arcángel de la Creación) y hermano de Tyrael también formaba parte del Concilio... hasta que decidió exiliarse. Estos ángeles son supuestamente los más poderosos y sabios, que gobiernan el cielo y el dominio sobre él. Se dice que son las representaciones vivientes de las principales virtudes de Anu. El consejo toma las decisiones importantes en los Altos Cielos, estas se deciden mediante una mayoría de votos, con cinco miembros, no puede haber empate. El consejo se pronuncia en la legendaria Ciudad Plateada.
Estos seres no son como los hombres; no estan hechos de carne y hueso, y no envejecen nunca. En su existencia más pura, los ángeles son una esencia divina de luz y sonido. Un marcado resplandor acompañado de una hermosa armonía. Aunque esta descripción pueda parecer abstracta, existe la teoría de que en los Altos Cielos, los ángeles toman la forma de magníficos movimientos de música y luz. Se dice que la armadura de los ángeles es meramente ornamental, y proporciona individualidad más que protección. Está escrito que los ángeles portan armaduras desde el principio, mucho antes del nacimiento de la humanidad, así que no la visten para parecer más humanos. También se piensa que la armadura tiene un componente funcional más allá del decorativo.
Los ángeles expresan su verdadera manifestación con sus majestuosas alas de luz. Los ángeles son increíbles de ver: humanos en apariencia, pero al mismo tiempo extraterrenales. En cualquier caso, es importante saber, que los ángeles, al igual que los demonios, tienen cierto interés en el mundo de los hombres; se dice que gran parte de este interés se debe al miedo, ya que creen que los humanos poseen un gran poder aún por explotar, un poder quizá mayor que el de los propios ángeles.
Miembros del Consejo de Angiris[editar | editar código]
Para obtener una mayor comprensión del Consejo de Angiris, es necesario estudiar a los miembros que lo componen. A continuación se los describirá junto con los artefactos legendarios que portan.
Imperius[editar | editar código]
Si el Consejo de Angiris tiene un líder en el sentido humano del término, ése es sin duda Imperius. Él está a la cabeza de los guerreros de los Altos Cielos. Su capacidad como estratega toca todos los aspectos del arte de la guerra, desde la maniobras militares en el campo de batalla a los ataques encubiertos contra los puestos avanzados del Infierno.
Durante los largos eones del Conflicto Eterno, Imperius se ha aventurado donde los demás no osan adentrarse. Cuando la Gran Guerra favorecía a los Cielos, él fue el primero en liderar audaces asaltos contra el corazón de los Infiernos Abrasadores.
Incluso ante la muerte, el valor de Imperius es intachable. Cuando las legiones del Infierno asediaron los Altos Cielos, Imperius congregó a los ángeles para contraatacar. Fue el primero en salir de las Puertas Adamantinas, cargando contra las huestes infernales en retirada. La mera visión de Imperius en acción imbuye de fuerza y valor a los ángeles.
Hablando de las hazañas de Imperius, debo mencionar a Solarion, la Lanza del Valor. La leyenda dice que el arcángel forjó esta arma en el corazón de una estrella moribunda. La han descrito como una extensión de su inmutable voluntad, y es lo bastante poderosa como para derribar los muros más sólidos del Infierno con un simple golpe. Está escrito que, durante una de las invasiones de los Infiernos lideradas por Imperius, Solarion mató a tantos demonios que un río de sangre fluyó por los reinos de los siete demonios.
Hay que destacar que Imperius no porta siempre la lanza. En vez de eso, la invoca desde lo alto y aparece como una lanza de luz cegadora que se materializa en una lanza física en su mano.
Cuándo no está batallando con los demonios infernales, a menudo Imperius se dedica a diseñar nuevas estrategias o a entrenar a otros ángeles guerreros en las Salas del Valor, su hogar en los Altos Cielos. Los místicos skatsim describen los dominios del ángel como una serie de grandes y resplandecientes salas en las que flota el eco de sus valientes proezas. Sus trofeos de guerra están permanentemente expuestos en ellas.
Si hemos de creer estos datos, entonces no hay duda de que Imperius es un líder y estratega reputado. Sin embargo, su valor legendario viene acompañado por el terrible defecto, que es el orgullo. De hecho, su orgullo y arrogancia tienen la culpa de sus numerosos enfrentamientos con Tyrael, el Arcángel de la Justicia, casi todos motivados por el pacto que Tyrael ayudó a establecer entre los Cielos y los Infiernos al final de la Guerra del Pecado. El tratado puso fin al Conflicto Eterno arrebatando a Imperius la oportunidad de continuar demostrando su valor en combate. Desde entonces, se dice que Imperius se ha convertido en un tirano leguleyo e implacable. Aunque no era su intención, la obstinación de Imperius ha introducido la disonancia en el Consejo de Angiris.
Tyrael[editar | editar código]
Tyrael, el Arcángel de la Justicia. Mucho antes de que el hombre de alzara, se dice que Tyrael era el más flexible de todos los ángeles, firme en su defensa de la ley, las normas y el orden. Se entregó a un único e inmutable objetivo: la victoria de los Altos Cielos en el Conflicto Eterno.
Al igual que Imperius, las hazañas de Tyrael en batalla son legendarias. Tyrael era famoso por su calma y meticulosidad a la hora de ejecutar sus técnicas de combate. El´druin, la Espada de la Justicia, es el vehículo que Tyrael emplea para aplicar su impasible juicio.
El´druin es, según todos los indicios, un arma única que puede cortar cualquier sustancia o enemigo de la creación. Sin embargo, hay una excepción: algunos creen que la espada no puede herir a ningún ser virtuoso.
A pesar de que Tyrael tiene fama de ser un guerrero con pocos amigos, se sabe que siempre ha sido justo e imparcial como la justicia misma.
Se cuenta que las Cortes de la Justicia, el dominio de Tyrael en los Altos Cielos, se asemejan a un gran auditorio en el que los ángeles se congregan. Aquí ponen de manifiesto sus discrepancias, llegan a acuerdos y luchan para recuperar la armonía y el equilibrio perdido. Es una institución adecuada para un ángel que valora la integridad por encima de todo y que siempre escogerá el camino de la virtud, aunque eso signifique traer el sufrimiento a sus seres amados.
A la luz de esta información, es irónico que actualmente Tyrael esté considerado como un ángel renegado por el Consejo de Angiris. Esto se debe en gran parte a que desde la aparición de los humanos, el carácter de Tyrael ha cambiado. Ha intervenido una y otra vez para proteger a la humanidad, ya que ve en todos ellos, el potencial para el heroísmo y el altruísmo. Incluso ha contradicho el mandato del Consejo para combatir al lado de los hombres.
Auriel[editar | editar código]
Auriel es la más amada de todos los ángeles. Es la líder del coro de los Altos Cielos, en el que ocupa un lugar primordial. Se dice que es el ángel más alegre del Consejo de Angiris. Ella cree que el potencial para el bien reside en todas partes, incluso en el corazón de los seres conscientes.
Auriel no es una pacifista. No huye de la batalla, pues reconoce que el conflicto forma parte de la naturaleza de este universo desgajado. Existen numerosos relatos de sus proezas en batalla, el más famoso de los cuales narra cómo atravesó los muros de la Fortaleza del Pandemónium junto a sus compañeros arcángeles para arrebatarle el control del baluarte al Infierno.
Sin embargo, la característica más única de Auriel es su capacidad para percibir armonía incluso en medio de la discordia. Cree que la victoria de un bando no implica forzosamente la derrota del otro. Para ella, tras cada conflicto yace la promesa de la curación, tal y como tras la oscura noche llega al amanecer del un nuevo día.
He leído que Auriel ha mediado en más de un agrio conflicto entre Imperius y Tyrael. En estos casos, no les regaña o los empuja a la violencia, sino que les muestra que la determinación puede llevar a nuevas oportunidades. El que Auriel sea capaz de calmar a seres como Imperius o Tyrael demuestra que posee una benevolencia y una paciencia extraordinaria.
He oído decir que, durante las discusiones y los debates, Auriel a veces coloca a Al´maiesh, la Cuerda de la Esperanza, sobre los hombros de sus camaradas para darles claridad de pensamiento y emoción. Supuestamente, la cuerda está recubierta de refulgentes runas de punta a punta, y posee el poder de curar y revitalizar a todo el que toca. En combate, Auriel usa la cuerda como látigo, atravesando las filas enemigas con su fuego virtuoso.
Auriel, según parece, pasa gran parte del tiempo en los Jardines de la Esperanza, un tranquilo recodo de los Altos Cielos al que los ángeles acuden a meditar y despejar la mente. Los árboles del jardín no tienen hojas per se, pero sus copas se mecen entre rayos de luz y sonido, mientras un coro vigorizante resuena en todo momento. Todo aquel que lo escucha siente como su espíritu se alínea de forma armoniosa con todos los ángeles de los Cielos.
Itherael[editar | editar código]
Los arcángeles creen en el destino. Creen que todo está escrito y por tanto, todo puede ser revelado. Itherael es capaz de leer los esotéricos escritos arcanos del destino. Es algo que los demás no se atreven a hacer. Para ellos, las visiones son indescifrables.
Todo apunta a que la profecías de Itherael no son siempre funestas, y que el ángel posee una visión equilibrada del mundo.
Aunque su lealtad hacia el Consejo de Angiris es incuestionable, Itherael está considerado un ángel inescrutable y distante. Diversos textos sugieren que Imperius ha tratado en diversas ocasiones de averiguar la resolución del Conflicto Eterno mediante Itherael, pero aunque Itherael siempre ha tenido una total dedicación en pos de la victoria, lo escritos desvelan que nunca le ha revelado a Imperius sus visiones sobre el final de la eterna batalla entre los Cielos y los Ifiernos.
También se sabe que, de todos los ángeles, Itherael es el que más interacción tiene con Auriel.
Está escrito que el Arcángel del Destino es capaz de predecir el avance de los ejércitos y los actos de ciertos adversarios antes de que los lleven a cabo. Sin embargo, el poder más increíble de Itherael parece ser la capacidad de relentizar el tiempo, aunque no sé si podemos interpretar esto de forma literal.
Para entender mejor a Itherael es necesario hablar de Talus´ar, el Pergamino del Destino. Se trata del objeto místico que Itherael consulta en épocas de gran necesidad. Aunque se trata de un único pergamino, todo apunta a que la información escrita en él, cambia dependiendo de las respuestas que busca Itherael.
Según parece, esto es posible gracias a un gran número de cristales que Itherael guarda en la Biblioteca del Destino. Estas gemas son en realidad fragmentos del Arco Cristalino, considerado por algunos eruditos como la columna vertebral de Anu.
En la Biblioteca, los ascetas angélicos observan los cristales y graban las visiones que contemplan para que luego Itherael las interprete.
Algunas fuentes sugieren que, cuando Anu falleció. su estado omnipresente también se fragmentó. De ser cierto, es posible que los cristales de la Biblioteca muestren visiones de distintos futuros posibles.
Quizá por ello Itherael está considerado como un ángel distante o incluso indeciso, y sus predicciones a veces parecen equivocadas.
Para terminar, debo destacar que desde el descubrimiento de Santuario, Itherael no ha sido capaz de ver el destino de los nephalem en su pergamino por que no forman parte del orden natural de la creación.
Malthael[editar | editar código]
El Arcángel de la Sabiduría, es el más misterioso del Consejo de Angiris. Es un ser noble e inteligente del que se decía amaba toda vida, pero más tarde se describe al arcángel como melancólico, evasivo y a veces incluso aterrador.
Quizá el motivo sea que Malthael está atado a la verdad de todas las cosas. Su sabiduría proviene de la miríada de emociones y experiencias que conectan el universo. Creo que no será más sencillo comprender a Malthael si consultamos el siguiente párrafo del sabio mortal Furisaj, que buscó la sabiduría hasta el fin de sus días:
"Existen dos lados en todas las cosas: actividad y pasividad, vacío y plenitud, luz y oscuridad.
Por sí solo, cada lado está incompleto, pero juntos conforman la totalidad de la existencia. La sabiduría se obtiene abrazando el conjunto del todo."
A veces, Malthael es parsimonioso y lento, pero los demás ángeles lo veneran por su perspicacia. Apenas habla(por algo se le conoce como el Ángel Silencioso), pero cuando lo hace todos se detienen a escucharle. Su voz retumba con la armonía de los Cielos, y aquellos que la oyen caen presa de su melodía y sabiduría. He hallado otras fuentes según las cuales, la personalidad de Malthael se ha ido ensombreciendo con el tiempo, y su voz se ha vuelto terrorífica y ahora instiga aprensión y angustia. De nuevo vemos el contraste asociado siempre a Malthael.
Debido a la naturaleza contemplativa del arcángel, se le considera lento de ira, algo que no le ha impedido jugar un papel primordial en el Conflicto Eterno. De hecho, Malthael es un luchador sin mácula. Su sintonía con la naturaleza de todas las cosas es tal que desvía los ataques de sus enemigos con la mínima fuerza.
Se cuenta que Malthael obtiene su perspicacia de Chalad´ar, el Cáliz de la Sabiduría. Este recipiente no es el típico vaso que todos conocemos: está repleto de luz viviente que jamás se termina. Con un simple vistazo a su interior, Malthael puede observar la red de conexiones que une todas las cosas.
He oído relatos según los cuales Malthael pasa años enteros observando el cáliz en las Pozas de la Sabiduría, sus aposentos en los Altos Cielos. Las pozas son estanques de emoción infinita. Aquellos que posan sus ojos sobre ellas no ven su reflejo, sino la suma de las emociones que todos los seres conscientes del universo están experimentando en ese instante. Tengo la teoría de que Malthael llena su cáliz en estas pozas.
Es curioso constatar que, al parecer, la paulatina amargura de Malthael empezó en los años posteriores a la creación de Santuario. ¿Se nublaron sus ojos a la sabiduría tras el nacimiento de este mundo, o se abrieron a una verdad premonitoria? ¿Estará el cambio de humor de Malthael relacionado con su cáliz y las visiones que le revela? ¿ O quizá existe una conexión desconocida entre los Nephalem y el cáliz?
Por desgracia, quizá nunca lo sepamos. He leído informes preocupantes según los cuales Malthael desapareció tras las destrucción de la Piedra del Mundo.
Mientras escribo estas líneas no puedo evitar recordar el fragmento de la profecía que reza: -"La Sabiduría se perderá"-. Es obvio que la súbita partida de Malthael es otra señal de la llegada del fin de los tiempos.
Miembros exiliados[editar | editar código]
- Inarius: Un arcángel masculino. Cansado de luchar en las guerras eternas del Gran Conflicto, abandonó el consejo y los altos cielos para crear Santuario. Padre de Rathma y ex-amante de Lilith.
La Guerra del Pecado[editar | editar código]
Fueron estos cinco arcángeles quienes decidieron la suerte de Santuario después de que el mundo oculto fuese descubierto. Su plan original era destruirlo, en su mayoría con el apoyo del agresivo Imperius, pero sin embargo se vieron obligados a someter a votación debido a las circunstancias acontecidas. El principal punto en contra de su existencia fue también la razón por la que se conserva el mundo intacto - el ser humano tiene la sangre de los ángeles y de los demonios en ellos y por lo tanto, tenían el potencial de ser más fuertes que los dos, pudiendo servir como poderosos aliados en la eterna Guerra del Pecado. El resultado fue a favor de dejar que Santuario permaneciera intacto. Imperius y Malthael alegaban la destrucción de Santuario y a los seres humanos por verlos como una abominación que contiene sangre de demonio, mientras Auriel y Itherael vieron su potencial como un poderoso aliado. Fue Tyrael quien decidió la votación final.
El Consejo de Angiris hizo un pacto con el mayor de los demonios mayores, Mephisto, que dejaría Santuario intacto a cambio de Inarius, el responsable de la creación de Santuario, un acto prohibido por el consejo. Santuario quedó entonces en manos de los humanos, con sus recuerdos borrados, lo que les permitió crecer desde el principio y elegir su propio fin. Cada individuo es libre de decidir ya sea para vivir en la luz o en la oscuridad.
v · d · e | Ángeles |
Consejo de Angiris: | Justicia: Tyrael • Esperanza: Auriel • Sabiduría: Malthael • Valor: Imperius • Destino: Itherael |
Otros: | Hadriel • Inarius • Izual • Yaerius |