Diablo,El Señor del Terror.
Mefisto,El Señor del Odio.
Baal,El Señor de la Destrucción.
Estos son los demonios mayores del Infierno que ejercían su poder como un triunvirato oscuro, soberano, generado a partir de las cabezas predominantes y mas fuertes del Dragón Tathamet. Los Tres Hermanos gobernaron sobre los Cuatro Menores con fuerza brutal y maliciosa astucia. Los mas mayores y más fuertes de los males, fueron los responsables de muchas victorias contra los ejércitos de la Luz y se convirtieron en los "eternos enemigos" de los cinco Arcángeles dirigentes del Consejo Angiris. Aunque ni siquiera ellos fueron capaces de romper las puertas de diamante de los Altos Cielos, los Tres eran temidos con razón por los enemigos y los subordinados por igual.
En el juego original de Diablo, el más fuerte de los Demonios Mayores, Diablo, fue capturado por los Horadrim y encarcelado dentro de una piedra de alma. Diablo fue enterrado en las profundidades cavernosas bajo la ciudad de Tristán. La línea principal de la historia de Diablo continua desde ahí.
Después de su derrota, Diablo parecía totalmente desterrado, pero su presencia se hizo manifiesta pasado el tiempo dentro de la mente del héroe que lo derrotó. Poco a poco, el héroe que mató a Diablo fue corrompido y conducido por este en la búsqueda de sus otros dos hermanos: Mefisto y Baal. Aquí empieza Diablo II y es donde la historia de Diablo I termina, con el jugador eligiendo un aventurero persiguiendo y tratando de parar a Diablo para impedirle que se reuna con sus hermanos . Durante el progreso en Diablo II, Mefisto es derrotado y su piedra de alma destruida. Finalmente, el propio Diablo tambien es derrotado y su piedra de alma también es destruida. Sin embargo, la historia deja de lado lo que pasó con Baal, el tercer hermano, y por lo tanto, Diablo II se prolonga por la expansión: Diablo II: Lord of Destruction para explicar lo que sucede mas adelante con Baal.
El argumento de la expansión, Diablo II: Lord of destrucción introduce un objeto mítico nuevo en el universo Diablo, la Piedra del Mundo, que es un antiguo cristal de roca existente para evitar que los cielos y los infiernos cubran por completo el reino de los mortales en sus respectivos pliegues. Baal es lo que busca, dentro de las entrañas del monte Arreat. Sin embargo, fiel a los juegos que le preceden, Baal es derrotado y la Piedra del Mundo se destruye debido a la corrupción que ejerce éste sobre la misma.
Al final de Diablo II: Lord of Destruction, todos los demonios mayores han sido desterrados al Abismo Negro.
Diablo en su próxima aparición en Diablo3.