Las Piedras del Alma, fuero creadas por los ángeles en la cima del monte Arreat, en la cámara de la Piedra del Mundo. Con el propósito de encerrar en estos artefactos a los tres demonios; Diablo: Señor del Terror, Baal: Señor de la Destrucción y Mefisto: Señor del Odio.
El motivo fue que durante el exilio oscuro, estos demonios fueron expulsados del Infierno. Los demonios exiliados inyectaron en los hombres sus esencias de odio, terror y destrucción provocando muertes y guerras sin sentido que causaron gran dolor a la humanidad. Con el propósito de detener esa locura, un arcángel llamado Tyrael reunió a los más poderosos magos del mundo mortal para formar la orden de los Horadrim. Dicha coalición es la que se encargo de encerrar a los demonios en las Piedras del Alma.
Las piedras del alma eran entonces, el instrumento de los Horadrim legados por Tyrael para contener el alma de los males fundamentales, lo que no sabían es que Izual les había enseñado a corromperlas, de esta forma podrían ligar su alma a Santuario permanentemente, es decir, que al morir, su alma va a la piedra y no al vacío abisal.