El veneno, la enfermedad y la desesperación se propagan por esta región como el moho, que crece e infecta cuanto toca. Hawezar es una tierra letal incluso para aquellos que saben moverse por sus tortuosos, y peligrosos, caminos. En las ciénagas, las brujas conjuran maldiciones hace tiempo olvidadas. Solo aquellos que quieren jugar con la muerte, o que desean encontrarla, se adentran aquí a sabiendas.