Para abrumar a los que intentan romper el equilibrio, los nigromantes emplean esencia. La usan para resucitar a los muertos, maldecir a los enemigos y dirigir a sus esbirros. Los nigromantes solo cuentan con la esencia que hayan cosechado de los enemigos, por lo que es un recurso estático. No se va rellenando ni agotando con el tiempo. A causa de esta peculiaridad, los nigromantes imprudentes pueden verse sin esencia cuando más la necesiten.
Los que aprovechan al máximo su poder logran un equilibrio entre agotar las reservas de esencia y obtener más de los enemigos, siempre con las miras puestas en el siguiente combate. Un nigromante con el máximo de esencia es un adversario formidable... pero debe usar sus hechizos con cuidado para mantener a raya a los enemigos.