En DiabloNext ya tenemos en nuestras manos un ejemplar de esta increíble colección de bocetos, arte conceptual, imágenes que ya conocemos e imágenes inéditas hasta ahora, que cuentan la historia de los juegos de la saga, desde el primer Diablo hasta incluso las primeras imágenes de Diablo IV.
Este es nuestro humilde análisis de este fantástico recopilatorio de arte, totalmente recomendado a cualquier fan de la saga. Sólo está disponible en inglés, pero los textos son mínimos, lo podéis comprar aquí:
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Introducción
El libro es una pesada (2kg) edición de tapa dura a todo color que sorprende por la calidad de los materiales, tanto de las tapas como de las páginas interiores. Las más de 250 páginas son de papel brillante que acentúa los detalles, con algunos de los artes a doble página.
La tabla de contenidos incluye: un prólogo de Brom y Chris Metzen, 110 páginas dedicadas a los personajes, 26 páginas dedicadas a objetos, 42 páginas de criaturas, 38 páginas de entornos y 23 páginas dedicadas a Diablo IV.
El prólogo de Brom cuenta lo siguiente:
En algún momento en 1996, me lanzaron una maldición. Esta maldición vino en forma de un juego para PC llamado Diablo. Los juegos habían sido juegos hasta entonces, pero Diablo se aferró a mi mente y no me dejaba. Llegó hasta el punto de que mis descansos de 20 minutos para jugar normalmente duraban hasta dos horas donde tenía que decirle a mi mujer que ocultara el disco para que pudiera trabajar.
Así que imaginaos mi alegría cuando, de la nada, recibo una llamada de Blizzard invitándome a pintar la portada de Diablo II. Respondí con un sonoro "¡Sí! Claro que sí". Crear arte para algo que me encantaba, como Diablo, es ilustración en su sentido más puro. Para mi, es como si fuera arte fino.
Y Diablo, en todas sus formas, siempre ha sido más que un juego. Es un estilo de vida, una experiencia (visual y visceral), gracias a la forma en que marca a fuego sus sonidos e imágenes en tu conciencia. Incluso ahora, puedo cerrar mis ojos y ver, escuchar y sentir los gruñidos del carnicero y esa horda infernal de bestias cabra. Diablo conjura una reconocible e inmersiva pesadilla como ningún otro juego antes o después.
Siempre ha habido algo especial con Diablo, yo lo veo como el sabor del acero frío. El reto para mi como ilustrador es intentar capturar ese algo especial, esa intensidad, esa maldad. Por suerte, he tenido mucha ayuda a través de los años del equipo de Diablo y sus diseñadores de personajes sin parangón, que traen este arte brillante, dándome la oportunidad de trabajar en sus diseños, interpretarlos y juntarlos con mi propia estética. Es colaboración en estado puro y una de las experiencias más satisfactorias creativamente en mi carrera.
Trabajar con tanto talento, no puedes fallar. Tienes que hacerlo lo mejor posible; de otra forma, podrías dejar al equipo colgado. Hay un subidón de adrenalina e ilusión que viene de trabajar con un equipo tan motivado que te empuja a ser excelente y el resultado es que pinté algunos de mis mejores trabajos en el género al trabajar en Diablo.
Gracias equipo de Diablo, gracias por invitarme a jugar en vuestra épica y perversa caja de juguetes.
Chris Metzen, que trabajó en la historia de los tres primeros juegos, además de hacer algunas ilustraciones, también ha querido escribir para este prólogo:
1996 suena tan lejano. Warcraft II había sido un éxito y acabábamos de anunciar StarCraft. Y entonces unos cuantos de nosotros en Irvine nos pusimos a trabajar en este proyecto de los chicos del norte. Su nombre en clave era "Condor" y cuando lo escuché por primera vez, era un RPG de turnos en un mundo de fantasía. Pero para cuando los que estábamos al sur pudimos trabajar en la historia, había cambiado mucho.
Era en tiempo real. Era oscuro, era gore, era Diablo.
Las capturas no hacen justicia a la memoria. Era tan diferente de lo que habíamos hecho hasta entonces. Y había muchos detalles técnicos que lo ponían en su propia clasificación. La forma en que no podías ver tras las esquinas, la forma en que mostraba un pequeño haz de luz a tu alrededor que hacía el resto del nivel oscuro, la forma en que los demonios cargaban contra ti...
Oh sí, los demonios. El escenario. Estaba enamorado.
¿Un jefe con espada y una corona en su cabeza llamado Rey Esqueleto? ¿La guerra del pecado? ¿Un tipo grande y rojo que te esperaba en el infierno?
Había mucho material inspirador para trabajar. Si miras mi viejo arte del manual de Diablo, empezarás a ver que dibujaba sobre papel oscurecido, sólo para asegurarme de que pareciera suficientemente oscuro. Me encantaba como el juego se sentía.
Y entonces Blizzard North lo mandó a la estratosfera. Llevaron el juego de una ciudad sola al mundo gigante y extraño de Santuario, donde tuvimos que hacer algunas cosas de las más únicas que Blizzard ha hecho nunca, en mi opinión.
Cuando Diablo estuvo a toda máquina, no había nada parecido, y la forma en que se sentía tiene mucho que ver con la forma en la que se mostraba.
Me alegro de haber podido pasar tiempo en Tristán, en Kehjistan, en los infiernos abrasadores y en los altos cielos.
La siguiente vez que vuelva será como jugador, como todos vosotros. Lo estoy deseando.
A continuación se ofrece una introducción al libro llamada "Abraza la oscuridad" que cuenta las motivaciones del equipo de arte de Diablo. Aquí algunos extractos:
Con Diablo y Diablo II no había arte real hecho para el juego, en forma de concepto, el arte principal con el que todo el mundo lo asocia es el del manual. Cuando el juego estuvo terminado, tuvimos que trabajar en el manual y es entonces cuando hicimos el arte que ayudaría a vender el juego tal y como se suponía que debía ser en tu mente.
John Mueller (director de arte de Diablo IV): Diablo y Diablo II fueron juegos muy impactantes, es una de esas cosas que se han mantenido con el tiempo. Creo que Diablo es como el folklore europeo clásico, al contrario de la fantasía de Tolkien, donde hay todas esas razas en un mundo que no es el nuestro. El folklore europeo tiende a ser más como nosotros, sobre la gente. Creo que es de ahí de donde viene Diablo.
Los personajes
La primera sección del libro empieza hablando de los personajes, se muestran artes conceptuales del bárbaro, cruzado, cazador de demonios, monje, nigromante, médico brujo y mago.
Posteriormente se muestran dibujos de Deckard Caín, Leah, Adria y los seguidores y artesanos, además de otros humanos. Finalmente se muestran los demonios principales: Diablo, Baal, Mephisto, Azmodan, Belial, Andariel, Lilith. Y de los arcángeles: Tyrael, Imperius, Auriel y Malthael.
Objetos
La siguiente sección muestra ilustraciones de armas, armaduras y otros objetos.
Criaturas
La tercera parte del libro está dedicada a los monstruos y bestias que habitan Santuario. Aquí tenemos al rey esqueleto, el carnicero, Maghda, Zoltun Kulle, la bestia de asalto, Cydaea, los guerreros ángeles, los segadores, las bestias, los demonios y los no muertos.
Entornos
La cuarta sección del libro muestra arte e ilustraciones de entornos, incluyendo: Tristán, las tierras fronterizas, Caldeum, la fortaleza bastión, Arreat, los altos cielos, Westmarch y Pandemónium.
El retorno a la oscuridad
Finalmente, la última parte del libro está dedicada al arte conceptual de Diablo IV que hemos visto hasta ahora, incluyendo esas magníficas obras de arte góticas que muestran claramente el giro hacia lo oscuro que ha dado la franquicia en su cuarta parte.
Conclusión
Este libro de arte es una extraordinaria recopilación de ilustraciones que hará las delicias de los aficionados al arte y hará la boca agua a los fanáticos de Diablo como nosotros.
Su edición es impecable, con una gran solidez y con láminas vibrantes y llenas de detalles y colores. Además, incluye pequeños textos y descripciones de cada sección, incluyendo comentarios de los artistas originales con sus motivaciones y pensamientos sobre sus ilustraciones. Por supuesto, las fotos de este libro no hacen justicia a la calidad que transmite.
Si tenéis el libro o pensáis haceros con él, ¡contadnos vuestras impresiones!