Llegamos al final del culebrón de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Tan sólo horas después de la aprobación final de la agencia reguladora del Reino Unido, Microsoft ha anunciado que Activision Blizzard ya pertenece a su compañía.
Esta compra se hace efectiva ya mismo y, aunque tardaremos en ver los juegos de Activision y Blizzard en el Game Pass, da el pistoletazo de salida a muchos cambios, tanto internos como externos, en nuestra querida Blizzard. Para empezar, Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard, ya ha confirmado que dejará la compañía el 1 de enero. La unión también facilitará a los empleados organizarse en sindicatos y debería quitar la presión por conseguir beneficios mayores, lo cual se podría traducir en juegos más pulidos y monetización menos agresiva. Quién sabe si Microsoft se atreverá a resucitar sagas maravillosas como Guitar Hero o el mismísimo StarCraft.
Aún queda para que veamos las primeras consecuencias de esta fusión, pero seguiremos de cerca para ver los movimientos de Microsoft y cómo la división de Xbox asume la incorporación de todos estos nuevos estudios y sus nuevas IPs, entre las que hay grandes nombres como Call of Duty, World of Warcraft y hasta Candy Crush, sin olvidar a Diablo IV por supuesto.