Aunque la noticia de hoy será (quizá) la fecha de salida de Diablo IV, nos llega un mazazo desde la comisión de comercio federal de EEUU ya que acaba de anunciar que va a intentar bloquear el acuerdo de compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft.
Esta compra es algo que muchos fans de Blizzard llevan esperando desde que se anunció y que le daría a la compañía un nuevo liderazgo, algo que le hace mucha falta. Además, Microsoft ya ha comentado que estaría interesado en resucitar la franquicia StarCraft, además de añadir muchos de los juegos de la compañía al Game Pass.
Parece que Sony sigue empeñada en minar este acuerdo y quejarse a todo el mundo porque podría perder la franquicia de Call of Duty en PlayStation. Algo a lo que Microsoft respondió con un acuerdo de varios años para seguir publicando este juego en la consola de Sony. Y no hace tanto además anunció un acuerdo de 10 años de publicación de Call of Duty en consolas de Nintendo, algo que no se ha visto desde hace bastante tiempo. Parece que estas promesas de Microsoft no son suficientes para que la agencia estadounidense vea con buenos ojos esta compra y va a poner todas las trabas posibles para que salga adelante.
“Microsoft ya ha demostrado que puede retener contenido de sus rivales de juegos y lo hará”, dijo Holly Vedova, directora de la Oficina de Competencia. “Hoy buscamos evitar que Microsoft obtenga el control de un estudio de juegos independiente líder y lo use para dañar la competencia en múltiples mercados de juegos dinámicos y de rápido crecimiento”.
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Con el control de las exitosas franquicias de Activision, Microsoft tendría tanto los medios como el motivo para perjudicar a la competencia manipulando los precios de Activision, degradando la calidad del juego de Activision o la experiencia del jugador en las consolas y servicios de juego rivales, cambiando los términos y el tiempo de acceso al contenido de Activision, o reteniendo contenido de los competidores en su totalidad, lo que resulta en daño a los consumidores.
Veremos como acaba esta historia, pero la compra podría estar (si finalmente sucede) más lejos de lo que quisiéramos. Bienvenidos al culebrón...