Activision Blizzard cuenta con multitud de propiedades, muchas de ellas olvidadas a lo largo de la historia. Microsoft tiene la oportunidad de revivirlas.
Xbox se ha reforzado en todos los sentidos tras la compra de Activision Blizzard. Los responsables de Call of Duty, World of Warcraft y Diablo se unirán a los de Redmond una vez finalice la adquisición, previsto durante el año fiscal 2023. Phil Spencer aseguraba haber leído la lista de propiedades intelectuales con las que se hará. Te contamos qué sagas clásicas de Activision optan a ser revividas bajo el manto de Microsoft.
HeXen
Mucho antes de Call of Duty: Warzone, Raven Software era uno de los músculos de Activision a la hora de generar shooters de calidad. En 1995 veíamos la llegada de HeXen, un first person shooter que seguía los elementos construidos sobre Heretic, otro de los grandes trabajos del estudio. En 1996 llegaron Hexen: Deathkings of the Dark Citadel y Heretic: Shadow of the Serpent Riders. Un año después, en 1997, publicaron Hexen II, para cerrar en 1998 con Heretic II. Las capacidades del estudio se probaron en un universo de magia y hechicería.
Singularity
La trayectoria de Raven Software también les llevó por otros proyectos de una sola entrega. Singularity es algo más especial si cabe: fue la última IP del estudio antes de entrar de lleno como equipo de apoyo en la franquicia Call of Duty. No estamos ante exactamente una saga, pero sí que nos gustaría que continuaran el universo construido. Aunque las bases fuesen las de un FPS moderno en pleno 2010, los jugadores contaban con el DMT (Dispositivo de Manipulación Temporal). Con él se podía alterar la edad de los objetos y los enemigos, incluso tenía su efecto en el desarrollo del escenario. El título tenía tanta personalidad que merecía una secuela con todas las letras.
King’s Quest
King’s Quest va de la mano de Roberta Williams. La diseñadora popularizó una de las marcas que trascendieron bajo el logo de Sierra. Nada menos que ocho entregas entre los años 1984 y 1998, sin contar el origen de estas aventuras gráficas, con Wizard and the Princess en 1980. En él eramos partícipes de las aventuras del Rey Graham y la familia real. Reclamar el trono era una de las máximas a seguir en la mayoría de entregas, aunque no siempre los protagonizaba él. La franquicia recibía un reinicio en 2015, esta vez de manos de The Odd Gentlemen junto a la edición de Activision. El formato por episodios seguía la tendencia de otros estudios en aquel momento, como los trabajos de Telltale Games.
SWAT
En el plano de los shooters tácticos (especialmente los de índole policial) hay un nombre destacado: SWAT. El clásico de Sierra, cuya cuarta (y última entrega) fue desarrollada por Irrational Games, es una de las sagas más pedidas por los seguidores del género. La aparición de nombres como Ready or Not le señalan como el sucesor espiritual de la marca, pero ahora Microsoft tiene la oportunidad de hacer uno propio. Hablamos de un juego donde se recompensa salvar vidas, tener un pelotón coordinado y permanecer atento a situaciones habituales de un cuerpo policial de élite.
The Lost Vikings
The Lost Vikings representa uno de los primeros pasos de Sylicon & Synpase allá por 1995, quienes se convertirían posteriormente en nada menos que Blizzard Entertainment. Esta aventura combinaba las plataformas con pequeños puzles que se volvían más complejos conforme el paso de las horas. Erik, Baleog y Olaf unían sus fuerzas por sobrevivir. Recibió una secuela en 1997, el punto final a su trayectoria.
Referencias: MeriStation