Esta es de las pocas novedades que me generan dudas. Veo que a la gente le están gustando estas cinemáticas y reconozco que se integran bien en el juego. Pero me sacan un poco de la inmersión.
En Diablo II venías a jugar con un héroe sin nombre del que apenas escuchábamos algunas líneas de diálogo sueltas en eventos específicos. La atención y la historia se narraban a través del mundo a tu alrededor, de los PNJ, los textos y las cinemáticas (las cuales se centraban en otros personajes). Tú no tenías más protagonismo que el de ser el "machaca" que entraba en combate, el que se peleaba con los bichos grandes porque "alguien tiene que hacerlo".
En Diablo III, los héroes comenzaban a tener tantas líneas de diálogo como los PNJ. Respondían e interactuaban, ganaban más protagonismo. Dejaban ligeramente atrás el rol de héroe desconocido y misterioso y formaban parte de la historia más de cerca. Sumamos a esto que ya no eras anónimo, sino que ahora todos te conocían allá donde fueses como "El Nephalem".
Diablo IV, a pesar de tener un tono más oscuro, parece ahondar más aún en el personaje que manejamos con estas cinemáticas, dándole un nuevo foco de luz que no tenían antes. Y como he dicho: están bien ejecutadas, se integran bien. Pero me resultan innecesarias. Para Diablo, prefiero la narración a través del mundo a mi alrededor, en lugar de ser protagonista directo de la trama.
Quizás el resultado final me haga cambiar de opinión.